Tras meses de búsqueda, de gestiones y ajustar presupuestos Los Dolores tendrá al fin su casa de hermandad. La calle Misionero Cesar, en pleno centro y a pocos metros de la salida de carrera oficial, se convierte en el nuevo punto de encuentro para los cofrades de la ciudad.
Cuando la pandemia llegó dejándonos encarcelados en casa, Los Dolores atendía en la calle Úrsula Muñoz, en la recoleta Plaza del Pósito. Las consecuencias de la pandemia obligaron a la rescisión del contrato de alquiler.
Desde entonces han pasado casi dos años buscando un emplazamiento en el que poder encontrarse.
Esta será su quinta sede postal en lo que va de siglo. El itinerario ha sido amplio: en la memoria cofrade permanece «La Casa de las Obispas» que durante más de una década congregó las tertulias más escogidas de la Semana
Santa albense, fue su primera casa de hermandad. La última fue en la antigua calle Sacristía gracias a la generosidad de la familia Salas, pudo abrirse sólo durante la cuaresma pasada.
La nueva casa, en calle Misionero César, local 9, ha abierto sus puertas durante las fiestas y romería de la patrona. Según nos informa su Hermana Mayor, Dña. María de las Mercedes Martín, se ha adquirido un compromiso con los
propietarios del local por un año de arrendamiento. Igualmente nos confirma que se están preparando varias actividades de cara al calendario más inmediato.
La nueva casa de hermandad se integra en el circuito de casas de las cofradías que habitan en el centro de la ciudad, sirviendo de puente perfecto entre las “catalinas” y las “salesianas”. Urge incentivar las casas de hermandad y
recuperar cuantos antes el tránsito de hermanos como el gran eje social, cultural y cofrade de esta ciudad. A buen seguro la casa de Servitas puede contribuir desde esta Cuaresma.

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