El Domingo de Pentecostés, este año 24 de mayo, fue jornada electoral, de la fiesta de María Auxiliadora y de la romería de despedida de la Virgen de Luna. Desde el de febrero había estado en Santa Catalina la patrona y alcaldesa perpetua y cada mañana, sin falta, muchas personas se dirigían a su altar a encomendarse a la Virgen y a dirigirle sus peticiones y oraciones.

Precisamente, de la parroquia salía, llevada a hombros de un grupo de portadores y portadoras, pocos minutos antes de las 7.00 de la mañana. Como siempre, muchas personas madrugaron para despedir a la Virgen y especialmente el número de pozoalbenses concentrados en la Plaza de la Iglesia o en la Cruz de los Lagartos, antes del Arroyo Hondo era muy importante.

La Virgen fue trasladada a su ermita en las andas de la procesión del lunes de febrero, que también se emplean para los traslados entre parroquias en el triduo de despedida. Ello debido a los trabajos de adaptación de las otras andas con techo a las que se les quiere reducir el peso, además de que la Imagen ofrecía esa estampa diferente en el 75 aniversario de la reorganización de la Cofradía.

Tras la retirada del bastón de alcaldesa perpetua, en el Ayuntamiento, y de las llaves de los Sagrarios de Pozoblanco y Villanueva, en la calle Virgen de Luna, por parte del alcalde, Pablo Carrillo, la patrona fue llevada a su Santuario en una mañana en la que hubo muchas personas que hicieron el camino a pie, uno de los años con mayor número de romeros. La banda municipal de música de Pozoblanco acompañó a la comitiva hasta el Arroyo Hondo y allí interpretó el himno nacional, mientras la Virgen miraba por última vez a Pozoblanco y se le cantaba la salve. La patrona regresará el 31 de enero del 2016.